La información de esta experiencia fue recogida entre 2015-2016

Plan Nacional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia

Paraguay

El Plan Nacional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia de Paraguay fue creado en 2011, con la expectativa de ser implementado hasta el año 2020 y la misión de que los tres poderes del Estado y los gobiernos departamentales y municipales se comprometan a consolidar las políticas públicas a favor de la primera infancia del país (definida hasta los 8 años de edad), junto con las familias, comunidades, organizaciones de la sociedad civil y la cooperación internacional. El Plan, desarrollado con el apoyo de UNICEF, tiene cinco objetivos que se traducen en líneas de acción.

En primer lugar, busca elevar la calidad de vida para la primera infancia, garantizando el pleno acceso a los servicios de salud y nutrición, la necesaria documentación, el ingreso y la permanencia en el sistema educativo. En segundo lugar, pretende proteger e incluir a los niños en situación de vulnerabilidad social, promoviendo plenamente sus derechos. En tercer lugar, otorga la protección legal necesaria a la primera infancia, por medio de la articulación de todas las instituciones responsables

Niños en su primera infancia (hasta los 8 años), mujeres embarazadas, madres y padres.
1) Visibilizar la primera infancia y elevar su calidad de vida.
2) Lograr el pleno ejercicio de los derechos de la primera infancia.
3) DBrindar protección legal a la primera infancia.
4) Promover y generar estrategias de comunicación.
5) Promover y generar la gestión coordinada y articulada.
1) Elevar la calidad de vida de todos los niños garantizando el pleno acceso a los servicios de salud y nutrición, la necesaria documentación, el ingreso y la permanencia en el sistema educativo.
2) Protección e inclusión social de la primera infancia.
3) . Protección legal a la primera infancia.
4) Comunicación y movilización social a favor de la primera infancia.
5) Fortalecimiento institucional del Sistema Nacional de Protección y Promoción Integral de la Niñez y Adolescencia.
Secretario Ejecutivo dependiente del Ministerio de la Niñez y Adolescencia. .
Congreso Nacional, Ministerio de Educación y Cultura, Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia, Ministerio de Justicia y Trabajo, Ministerio de Hacienda, Ministerio del Interior, y la Defensoría del Pueblo.
Generar una implementación realmente integral del Plan Nacional.
Existe una multiplicidad de programas que están siendo implementados.

En cuarto lugar, busca generar conciencia, a partir de acciones de comunicación y visibilidad, sobre la política institucional de comunicación y movilización social a favor de la primera infancia, las prácticas de crianza, el buen trato y la necesidad de un desarrollo integral de los niños. Finalmente, en quinto lugar, procura fortalecer institucionalmente el Sistema Nacional de Protección y Promoción Integral de la Niñez y Adolescencia (SNPPINA), coordinando acciones y articulando estrategias entre el sector público y las organizaciones sociales, de modo a generar redes de servicios locales de atención a la primera infancia.

El Plan implicó la creación de la Comisión Nacional de Primera Infancia (CONPI), que es la instancia gestora, junto con las comisiones departamentales y municipales de primera infancia, por parte de los Consejos de la Niñez y Adolescencia, dentro del SNPPINA. Las instituciones involucradas en la gestión del Plan son múltiples y diversas, incorporando a los tres poderes del Estado y al Ministerio Público, como así también a las gobernaciones y municipalidades. Además de las dos cámaras del Congreso Nacional y a los Tribunales, Juzgados y Defensorías de la Niñez y Adolescencia del Poder Judicial, están involucrados, del Ejecutivo Nacional, el Ministerio de Educación y Cultura, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia, el Ministerio de Justicia y Trabajo, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio del Interior (Policía Nacional), y las Defensoría del Pueblo y la de la Niñez y Adolescencia. De los niveles locales de gobierno, se involucra a los Consejos Departamentales de Niñez y Adolescencia, Consejos Municipales de la Niñez y Adolescencia, y a las Consejerías Municipales por los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes (CODENI). También se considera clave que sectores no gubernamentales asuman compromisos en el trabajo articulado, en particular, las OSC, las universidades (públicas y privadas), las iglesias, los colegios y círculos de profesionales, los medios de comunicación social, y los sindicatos y el ámbito empresarial (Gobierno del Paraguay, 2011).

El Plan cuenta con un detallado Banco de Indicadores para permitir su evaluabilidad, en función de sus cinco objetivos y ejes de intervención. La Comisión Nacional es responsable de realizar el seguimiento de la gestión, a partir de este Banco (Gobierno del Paraguay, 2011).

Hacia fines de 2014, el Plan se encontraba en proceso de implementación en seis departamentos del país (previendo su implementación progresiva en los demás departamentos). Sus acciones se encontraban focalizadas en tres ejes: lactancia materna, desarrollo infantil temprano y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Protección y Promoción de Derechos.

En el primer eje, se había logrado el posicionamiento en la agenda pública de la importancia del amamantamiento y su impacto en la vida del recién nacido. Además, se había promovido la lactancia a través de la instalación de salas en empresas privadas e instituciones públicas, en apoyo y prosecución del amamantamiento, con el apoyo del Ministerio de Salud Pública en el dictado de talleres de capacitación y sensibilización a madres trabajadoras en diversas empresas. También se habían generado puestos de recolección de leche materna y capacitación para su uso para niños internados en terapia intensiva neonatal, articulado con el Proyecto de supervivencia infantil y hospitales amigos de la infancia.

En cuanto a desarrollo infantil temprano, a través de los 29 Centros de la Infancia y la Familia (CEBINFAS) que se encontraban en funcionamiento, se brindó estimulación para el desarrollo cognitivo, emocional y físico a niños menores de 5 años, y se generaron consultas pediátricas y odontológicas, evaluaciones psicológicas y psicopedagógicas además del trabajo con el componente familiar. Se comenzó con la implementación del Programa de Desarrollo Infantil Temprano (con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID), que busca mejorar los niveles de desarrollo cognitivo, emocional y físico de los niños menores de 5 años, detectando precozmente trastornos en el desarrollo y facilitando el acceso oportuno a intervenciones para su tratamiento, a partir de la creación de Servicios de Intervención Temprana (SIT) para el diagnóstico y tratamiento de niños, que funcionarán en red con las Unidades de Salud de la Familia (USF), los hospitales y los centros de atención materno-infantil, y contarán con personal capacitado. También se avanzó con la implementación del Proyecto “Atención Educativa Oportuna a niños y niñas de 3 y 4 años en Asunción y en 10 departamentos geográficos del país” del Ministerio de Educación con la creación de 100 espacios y la adquisición de materiales didácticos y la capacitación de los recursos humanos. Además, se implementaron intervenciones de protección e inclusión social como, acciones socioeducativas o la gestión del Programa Abrazo dirigido a niños en situación de calle.

Por último, las acciones de fortalecimiento del Sistema Nacional de Protección y Promoción de Derechos se centraron especialmente en la capacitación de recursos humanos.

El Plan Nacional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia de Paraguay parece todavía asemejarse más a un conjunto de intervenciones dispersas que buscan articularse entre sí, que a una estrategia verdaderamente integral dirigida a la primera infancia. Esto se demostraba, a un año de su implementación, en algunas dificultades que persistían en la situación de la primera infancia en el Paraguay: la mortalidad infantil seguía siendo elevada: antes de cumplir 1 año de edad (de 15,5 por mil nacidos vivos), y entre 1 y 4 años (18,7 por mil nacidos vivos); sólo 25% de la población menor de 1 año gozaba de la lactancia materna exclusiva; y del total de mujeres embarazadas registradas y que asistían en los servicios de control prenatal, 30% sufría de desnutrición (Perrotta, 2012).

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